El imperio persa

INTRODUCCION

Este artículo recoge la historia del Imperio persa, uno de los mayores de la antigüedad, que se fue formando por las conquistas de sucesivos reyes en apenas dos generaciones y que dominó el mundo entre los siglos VI y IV a.C. En el momento  de su máximo esplendor, hacia el año 500 a.C. , ocupaba un territorio que  se extendía  desde Grecia y Egipto por el oeste hasta Afganistán y Pakistán por el este.  La ocupación de enormes y heterogéneas tierras obligó a crear una uniformidad administrativa consistente en una división por provincias o satrapías, a cuyo frente figuraban nobles persas dependientes directamente del rey que gobernaba y cuyo objetivo prioritario era recaudar tributos e impuestos, la mayor parte de los cuales se enviaban a la capital. Consiguieron una mayor gobernabilidad y estabilidad en sus dominios con la tolerancia de las diferentes religiones y modos de vida de los pueblos sojuzgados. Además de los enfrentamientos armados que mantuvieron con las tribus que habitaban los territorios ocupados  combatieron  contra las ciudades-estado, enfrentamientos conocidos como las guerras médicas, en las que los griegos consiguieron frenar a los invasores persas. Sin embargo, el imperio continuó y siguió en primera línea mundial, dejando testimonios de su grandeza, edificios y arte y solo sucumbieron frente al ejército macedonio de Alejandro Magno, quien terminó con este imperio.